Y algún día me iré. Y tú te irás. Y todos se irán, todos desaparecerán de su lugar. Todo será distinto a como era antes. Siempre es así. Todo es así. Yo me iré a hacer mi vida, a buscar mi sitio. Tú buscarás la felicidad entre otros cubos de basura. Todo el mundo lo hace. Todo lo anterior es ceniza, polvo en el viento. Y mientras, conoceremos a gente, y olvidaremos. Olvidaremos a otra mucha gente. Mírate ahora. Dentro de diez años, ¿quién escuchará tus problemas?, ¿con quién harás viajes en tren por lugares desconocidos?, ¿quién leerá lo que un día escribiste? A saber...
Todo pasa ante nosotros con una velocidad que asusta, todo es efímero, aunque no lo creamos, y únicamente se salvan algunas cosas que no siempre tenemos en cuenta, la amistad, la familia, y pocos tópicos más, la verdad. Todo nuestro ser es un estado transitorio de pequeños e insignificantes problemas que nos preocupan y nos desvelan. Pero no son más que bobadas. Lo sensato es vivir el día a día. Disfrutar de lo que nos hace felices de verdad, que ésto se acabará en algún momento. Todo se acaba. El tiempo se escapa de nuestras manos, aunque lo agarremos con fuerza. La vida es así, simplemente.
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