lunes, 19 de marzo de 2007

Reminiscencias: paisajes y figuras (I)

Brooklyn: Calles de tres direcciones. El puente. Iglesias y cementerios por todas partes. Y confiterías. Un niño pequeño ayuda a un anciano de luenga barba a cruzar la calle y le desea:
-Feliz sábado.
El viejo sonríe y vacía su pipa sobre la cabeza del chiquillo. Y el infeliz corre llorando a su casa.. Un calor y una humedad sofocantes invaden el municipio. La gente saca sillas plegables a la calle después de la cena, para sentarse y charlar. Pero de repente cae una intensa nevada. El desconcierto es general. Un vendedor hace su recorrido habitual calle abajo ofreciendo pretzels calientes. Unos perros le acometen y tiene que trepar a un árbol. Desgraciadamente para él, en la copa otros perros le esperan.
-¡Benny!¡Benny!
Una madre está llamando a su hijo. Benny cuenta dieciséis años, pero tiene ya antecedentes penales. A los ventiséis, le mandarán a la silla eléctrica. A los treinta y seis le ahorcarán. A los cincuenta será propietario de la tintorería donde trabaja. Su madre sirve ahora el desayuno, y como la familia es demasiado pobre para comprar bollos recién hechos, unta de mermelada el News.

Sheepshead Bay: Un pescador de piel curtida ríe feliz mientras recoge sus redes. Un cangrejo gigante le agarra la nariz con sus tenazas. El hombre deja de reir. Sus amigos tiran de él por un lado, mientras los amigos del cangrejo tiran por el otro. Es inútil. Anochece. La porfía sigue.

Perfiles, Woody Allen.

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