Cortometraje de Ander Duque en el que nos muestra como el primer desamor se arrastra dentro, y ahí pernocta como una tenia aburrida. Sin saberlo, su huella se endurece cada día. Luego, con los años, vuelven las mismas luchas de entonces, pero ya nada es como al principio; vuelven la ingenuidad y el desafío, pero menos sísmicos. Los corazones se enquistan. Más tarde, tus vástagos serán tú y el ciclo, perenne, continuará para siempre... Desamor genético y generacional...
sábado, 24 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario